14 febrero 2007

El borreguismo laboral gana espacio al ritmo que las empresas dilapidan futuro

Seth Godin ha colgado en su blog un texto titulado Sheepwalking [vocablo inglés que, tal como indican los administradores de El Blog Salmón, se puede traducir al castellano como borreguismo], en el que expone la inclinación de numerosas empresas a contratar y promocionar a los empleados sumisos, acríticos y aduladores; los vulgarmente denominados pelotas o palanganeros.
Godin subraya que a numerosos empresarios y directivos se les llena la boca con el latiguillo de que «las personas son el activo más importante de esta empresa», pero con similar insistencia maltratan el capital humano y profesional.
Pero hay empresarios y directivos peores, ¡siempre los hay peores!, exclaman los amigos de buscar consuelo; decía que los hay peores porque su objetivo solo es aumentar beneficios o reducir pérdidas, medida coyuntural que según ellos justifica recurrir a la inestabilidad laboral, a la temporalidad, a los sueldos bajos, a las subcontratas y a la chapuza... pero, ¿eso es rentable para una empresa que quiera tener futuro? ¡No!, pero da igual...
..
Debajo de la alfombra...
Poco a poco pero sin dar un paso atrás, así es como el capitalismo salvaje fomenta el borreguismo del que habla Godin.
Hay expertos en "recursos humanos" [¡recursos humanos!, este es uno de los eufemismos más exitosos en el mundo empresarial] que para justificar el borreguismo aluden a la automatización de las tareas (la tecnología), que según ellos propiciaría la contratación de empleados poco hábiles o chapuceros.
Como los males, las simplezas nunca vienen solas...
Los empresarios y directivos que solo buscan resultados inmediatos también resaltan a modo de excusa el deterioro del sistema de enseñanza y, en paralelo, aluden a que en las sociedades de Occidente cada vez es mayor la comodidad de los trabajadores y profesionales.
En todo caso, suponiendo que todos los trabajadores seamos cómodos, ¡lo cual es falso!, la responsabilidad fundamental de la deriva de una empresa es del propetario (o accionistas) y/o de los directivos por mirar sólo el reloj, nunca el calendario.
Las situaciones más grave se dan en las empresas que no son gestionadas por el/los propietario/s, pues ene estos casos los directivos juegan con habas ajenas y acostumbran a mirar la cuenta de resultados en el corto plazo.
Los empleados y profesionales borregos triunfan, pero esto no quiere decir que todos los buenos profesionales o todos los que triunfan sean borregos; pero está archicomprobado que los empleados y profesionales sumisos, acríticos y aduladores tienen muchas más posibilidades de subir peldaños y mejorar sus nóminas; si además son insolidarios, saben esquivar el bulto y humillan al prójimo con estilo, tienen el triunfo casi garantizado.

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