07 octubre 2008

Ratzinger recurre a la Biblia para "dimensionar" la crisis financiera

La televisión pública italiana --en manos de la coalición de gobierno que lidera Silvio Berlusconi-- ofrece durante seis días y siete noches la lectura completa de los libros que conforman la Biblia. El maratón televisivo ha sido abierto por Benedicto XVI / Ratzinger y participan diversos personajes famosos (incluidos actores, deportistas, políticos, etcétera). Lógicamente, uno de los primeros textos leídos ha sido el Levítico (Antiguo Testamento), en el que, entre otros detalles, se advierte de lo siguiente:
«Ningún varón que tenga un defecto presentará las ofrendas, ya sea ciego o cojo, desfigurado o desproporcionado, enano o bisojo, sarnoso o tiñoso, o jorobado, o con un pie o una mano quebrados o con los testículos aplastados» (21:18)... O esta otra perla: «El que blasfemare el nombre de Jehová, ha de ser muerto; toda la congregación lo apedreará» (24:16)...
Escasea la luz, abundan las riquezas
Tan edificantes consejos y enseñanzas, que son abundantes en los textos sagrados del catolicismo, forman parte del pensamiento vaticanista. Ayer, sin ir más lejos, Benedicto XVI/Ratzinger hizo gala de la evangélica infabilidad del Papa advirtiendo de que «la palabra de Dios es la verdadera realidad en la que basar la propia vida", en tanto que "la materia, las cosas sólidas que se tocan, son bienes pasajeros. Lo vemos ahora con el derrumbe de los grandes bancos. Ese dinero desaparecerá, no es nada».
En el Estado del Vaticano saben muy bien de lo que hablan cuando se refieren al escaso valor del perverso dinero... Prueba de ello es que ese minúsculo país --cuya economía es inequívocamente clientelar-- capeará la crisis con soltura debido a que posee una tonelada de oro (cuyo valor actual es de 19 millones de euros); 340 millones de euros en líquido, otros 520 millones en obligaciones y un patrimonio inmobiliario y artístico calculado en 424 millones.
Todo esto sin contar las posesiones e inversiones de las secciones o delegaciones del Vaticano en otros territorios. Las cifras citadas son las ofrecidas recientemente por la muy católica revista The tablet, nada sospechosa de minar la credibilidad moral del Vaticano ni cuestionar su eficaz política económica.

4 comentarios:

  1. Recurrir a citas del Antiguo Testamento, que refleja las prácticas y expresiones lógicas para su antigüedad, es un recurso manido y que muestra cierta carencia de recursos.

    Si no, ¿a algún jurista actual se le ocurriría utilizar el Código de Hammurabi para juzgar a un iraní o un iraquí -actuales residentes de la antigua Babilonia?.

    Entiendo que sea discutible el uso de la televisión pública italiana para la lectura de la Biblia, pero creo que lo que acompaña a la noticia es un poco desmesurado.

    Un abrazo. Pese a la crítica, he de reconocer que me gusta el blog bastante.

    ResponderEliminar
  2. A Miki,
    Es cierto, pero NO soy yo quien alude a textos escritos hace cientos de años, ¡es la propia Iglesia Católica la que recurre a ellos --y a unos evangelios manipulados decenas de veces-- para argumentar sus posiciones y criterios!
    Son sus "armas".
    Y que conste que no soy anti-cristiano... En todo caso, ¡nada más acristiano o anticristiano que el catolicismo!
    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. "Recurrir a citas del Antiguo Testamento, que refleja las prácticas y expresiones lógicas para su antigüedad, es un recurso manido y que muestra cierta carencia de recursos"

    ¿Puede ser este párrafo atribuible a las lecturas diarias de las misas de todo un año en el tiempo Ordinario, Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua?
    ¿O se refiere solo cuando alguien las utiliza para disentir de la Iglesia?

    ResponderEliminar
  4. A mí es que, desde un tiempo a esta parte, todo lo que me suene a religión me produce como una alergia... uf...

    ResponderEliminar

NOTA: ImP no publica injurias ni imputaciones de faltas o delitos sin aportar pruebas ni referencias judiciales o sentencia.
Sólo serán publicados los anónimos que a criterio del administrador sean de interés.