19 septiembre 2010

Los gestores de empresas acostumbran a ser más "caníbales" que los propietarios

Hace unos años, en los noventa y en casi todos los países de Occidente [aunque en menor medida en la España aznarista y luego, tampoco en la zapaterista] se elaboraron y difundieron estudios referidos a las causas de la ruina y de la mala gestión que obligaron a cerrar o vender compañías cuyos gestores no eran sus propietarios, dándose la circunstancia de que en la mayoría de ocasiones los gestores obtienen más beneficios personales arruinando empresas que administrándolas con rigor y prudencia.
A la par, el llamado capitalismo popular era y todavía es una de las falacias mejor argumentadas por los buitres (carroñeros de empresas en apuros) y tiburones (ejecutivos agresivos), que con la ayuda de numerosos medios han difundido la tesis de que todo el mundo puede hacerse rico... también dirigiendo empresas.
Arruinar empresas --máxime cuando se trata de grandes consorcios-- es una de las mejores fuentes de ingresos para los buitres que administran sociedades, provocando la ruina o la pérdida de elevadas cantidades de dinero al propietario o a los accionistas, que en ocasiones son ahorradores de clase media que se han creído eso del capitalismo popular.
¿Recuerda usted la crisis de las punto.com? Pues hubo firmas que se arruinaron pese a tratarse de iniciativas plausibles, pero mal ejecutadas o víctimas de sus gestores, que obtuvieron más ingresos arruinando la empresa que estabilizándola.
Algo similar ocurrió y ocurre, aunque con características singulares en el sector industrial y en la distribución, etcétera.
..
Imagen insólita: mandos intermedios... ¡remando!
Asalariados de todo el mundo:
Desconfiad de los "ejecutivos"    
Regresando al planteamiento inicial, conviene subrayar que cada vez son más los gestores --no los propietarios-- que se han convertido en un riesgo.
Son esos consejeros delegados con poder ejecutivo (los CEO o cargos similares) que cuando la situación es delicada proponen soluciones "ingeniosas" cuyo objetivo, aunque no lo parezca, es uno: salvar su culo y su peculio, para lo que casi siempre recurren a comprar empresas, ampliar capital, reducir plantilla y/o reorganizando la producción o la logística y, para colmo, lo hacen sin evaluar las consecuencias que tiene perder capital humano, o bien experimentan nuevos métodos de producción, cambian materiales para ahorrar costes u otras medidas.
Esos gestores o ejecutivos (casi siempre) jamás reconocen haberse equivocado, ni admiten que ellos forman parte del problema, a veces constituyen el problema fundamental.
Hay gestores de empresa que se equivocan durante años y que para colmo, hasta cobran comisiones de proveedores.
Hay sociedades en las que la situación es tan aberrante que los gestores --por poner sólo un par de ejemplos-- de una fábrica de plásticos ni siquiera saben diferenciar el PVC del polietileno, o estando al frente de un periódico otorgan similar valor a la audiencia que a las ventas... [En este segundo caso la situación es más chusca todavía, pues incluso llegan a afirmar que la audiencia es más importante que la venta de ejemplares]
El capitalismo español es uno de los menos evolucionados de Occidente a la hora de poner coto a los buitres que nada solventan pero cobran cuatro, cinco, diez o veinte veces más que quienes producen.
CON ANTERIORIDAD:
* "Presión empresarial + jefes encastillados = desastre", y
* "El borreguismo laboral gana y el futuro económico pierde".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

NOTA: ImP no publica injurias ni imputaciones de faltas o delitos sin aportar pruebas ni referencias judiciales o sentencia.
Sólo serán publicados los anónimos que a criterio del administrador sean de interés.