15 diciembre 2011

Bienaventuranza española: No importunad a quienes más ganan ni a quienes más poseen

Una noticia que la mayoría de los medios convencionales despacharán en un plisplás: el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) ha subrayado que más del 71 % de la evasión fiscal anual la cometen las grandes fortunas, corporaciones empresariales y grandes empresas.
[Más detalles al respecto, en LAINFORMACION.COM]
Gestha ha difundido ese dato horas después de que la ministra en funciones de Economía, Elena Salgado, expusiera los ¿éxitos? del Gobierno en su lucha contra el fraude fiscal.
Ese heroico combate, según enfatizó, ha permitido recuperar 10.400 millones de euros durante 2011, un 3,6 % más que en 2010; pero proporcionalmente muy lejos, ¡mucho!, de la evasión fiscal generalizada que se deriva de lo siguiente: la economía negra --no declarada-- mueve cada año en España un cuarto de billón (con b) de euros.
¿Que cómo ha sido posible tan grande éxito?
En gran medida, según ha precisado Gestha, tamaño éxito es perfectamente posible e incluso comprensible si se tiene en cuenta que el 80% de los efectivos y equipos dedicados a perseguir el fraude son destinados a investigar a pequeños empresarios, autónomos y asalariados; en tanto que a la minoría que defrauda el 71 % se dedica el 20% restante [esos porcentajes merecen el uso de la sonora expresión inversamente proporcional...].
La situación es vieja. Ninguno de los gobiernos habidos desde 1978, año de aprobación de la Constitución vigente, ha corregido esa herencia.
¿Cuál es la solución que han adoptado sucesivos gobiernos socialdemócratas y conservadores para tapar o disimular esa actitud afiscal y las inevitables consecuencias presupuestarias que genera?:
Pues, de entrada, numerosas comunidades autónomas han anulado el impuesto sobre el patrimonio, en paralelo insisten en seguir reduciendo otros impuestos --por ejemplo, el de sociedades--, al mismo tiempo perdonan deudas a la seguridad social o conceden exenciones de pago, etcétera y etcétera y así, una vez agravado el desajuste presupuestario con esas medidas contraindicadas, recortan el gasto público en sanidad, educación, dependencia y otros servicios básicos... El absurdo es total, pero tiene beneficiarios; pocos, pero los tiene.
[De paso, recortando el gasto público Mariano Rajoy dispondrá de los 100.000 millones de euros que  precisa para crear el banco malo que pechará con la burbuja inmobiliaria que ha creado el sistema financiero] 
¿Todo vale con tal de evitar la reforma fiscal que precisa España desde hace años y años?, ¿todo vale con tal de no importunar a esa minoría que en 2010 defraudó en torno a 42.700 millones de euros?
CON ANTERIORIDAD:
"20-N: Informar de fraudes fiscales poco antes de ir a votar es una imperdonable falta de tacto..."

1 comentario:

  1. Pero el déficit del Estado no proviene de la evasión, ni de los miles de millones prestados a los bancos, ni es culpa de la forma en la que opera el BCE, la culpa del déficit la tienen los altos sueldos que se cobran en España, del elevadísimo gasto en el Estado de Bienestar, o al menos eso es lo que los neoliberales sostienen ¿Y quien puede creer que se equivocan? ¿No ven que todo va de maravillas donde se aplican sus recetas? (Ironic, por supuesto).

    Un abrazo.

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