04 marzo 2012

El Pórtico da Gloria, Franco y el descaro de sus herederos

Las dos piezas escultóricas que figuran en la fotografía adjunta son las representaciones de Abraham e Isaac que, según los arqueólogos e historiadores que las han estudiado, formaban parte del Pórtico da Gloria, el artístico frontispicio que engrandece a la vez que humaniza el acceso principal de la catedral de Santiago de Compostela.
Pero hace ya dos siglos que esas dos piezas no figuran en la ubicación original.
¿Por qué?

1180-1188:
Las dos piezas son talladas en el taller del maestro Mateo para su inclusión en el Pórtico da Gloria.

1933:
Fermín Bouza Brey localiza las dos esculturas en un pazo situado en la comarca de A Ulloa propiedad del conde de Ximonde, Santiago de Puga y Sarmiento. Tras una serie de comprobaciones y estudios, Bouza concluye que las dos piezas fueron arrancadas de su ubicación original y trasladadas en el siglo XVIII al pazo de Pedro María Cisneros y Castro, recién distinguido con el título de conde de Ximonde por el rey Carlos III.

1947:
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El conde de Ximonde decide poner a la venta ambas piezas y, graciosamente, se las ofrece al Ayuntamiento de Santiago, institución que constituye una comisión para estudiar la oferta, integrada por José Daporta, Antonio Asorey y Jesús Carro, que por unanimidad aconsejan al consistorio que adquiera las piezas con la finalidad de colocarlas donde deberían estar.

1948:
El Ayuntamiento de Santiago decide comprar las dos esculturas y lo hace con la condición de que jamás vuelvan a ser enajenadas.

1961:
Las dos piezas son expuestas en la muestra El arte románico, organizada por el Gobierno español de la época con el patrocinio del Consejo de Europa; pero, ¡sorpresa!, ambas esculturas figuraron como ¡cedidas por Francisco Franco!, según precisó "la autoridad", que además puntualizó que la dos piezas ya las tenía a buen recaudo en su Pazo de Meirás, inmueble ubicado en el municipio coruñés de Sada (comarca de As Mariñas).
..
[Desde 1961, ha transcurrido más de medio siglo sin que un cargo o institución pública haya explicado cómo y por qué las dos esculturas del siglo XII habían pasado a ser propiedad del Caudillo. "Alguien" hizo correr la excusa de que habían sido donadas por el ayuntamiento o el alcalde, decisión y regalo que no figura registrado en ningún documento, en su día ni siquiera fue emitida una nota ni declaración verbal informando pública y oficialmente de la hipotética donación]
..
Así funcionaban el Gobierno y todas las instituciones del Estado español, también en cuestiones de cultura, por supuesto.
Los avatares de las esculturas de Abraham e Isaac han sido ahora recordados por la asociación O SORRISO DE DANIEL [ver: "Polo reagrupamento do patrimonio mateano!"], entidad cuyo objeto y trabajo están dirigidos a conseguir la puesta en valor del arte románico gallego, entre otros aspectos, y poner coto al rosario de apropiaciones que han saqueado --¡y saquean!-- el patrimonio histórico-artístico del país gallego.
De momento, las peticiones dirigidas a los herederos del Caudillo para que devuelvan las tallas no han surtido efecto y las dos obras de arte siguen desaparecidas.

4 comentarios:

  1. Esta es otra de las verdades ocultas del franquismo: su fundador era un garrulo que se comportaba como un cacique mangante y devorado por la ambición de bienes materiales; de ellos presumía ante los "amigos", claro está.
    Saludos cordiales.

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    Respuestas
    1. Su "costilla" le ayudó con extraordinaria insistencia...

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  2. Por si acaso no se entraba en la gloria había que llevarse un pedazo a casa.

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  3. Muy cierto: "La Collares", creo.

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