20 mayo 2013

Desde los aledaños de "La voz de Galicia": ¡Mira que somos idiotas los periodistas!

Ayer, domingo, profesionales de La voz de Galicia, el periódico para el que trabajé durante un cuarto de siglo (1987-2012) y del que fui "amablemente despachado", salieron por primera vez a la calle para informar en directo del conflicto que viven desde hace ya varios años.
Para los que ya hemos sido finiquitados fue una jornada "alegre". Lamentablemente, la mayoría de ciudadanos, tanto en A Coruña como en el resto de ciudades y villas de Galicia, España y Europa están convencidos de que todos los trabajadores de prensa, radio y TV cobran salarios muy por encima de la media y si son periodistas... ¡anda la ostia, esos se hacen ricos!
Vosotros no bajáis de los dos o tres mil al mes, ¿verdad?...
Antes, cuando escuchaba esa y otras ocurrencias similares me enfadaba, pero desde que los gestores de La voz empezaron a meter la pata gravemente [hace ya seis o siete años] sonrío y ya no me enfado con la humanidad, me cabreo conmigo mismo y con mis colegas: porque nosotros y sólo nosotros somos los responsables de que la sociedad tenga una visión tan irreal de nuestra profesión, no sólo en lo tocante a emolumentos, sino en numerosos aspectos.
La mayoría de los ciudadanos siguen creyendo que las y los periodistas trabajan tres o cuatro horas diarias. Personalmente, he oído [hay cosas que procuro no escucharlas] a algún enterado afirmar con voz rotunda que el o la periodista llega a la emisora de radio una hora antes de empezar el informativo de las dos y, plis-plás, antes de las tres y media ya está en casa almorzando: ¡Ya me gustaría a mi tener tu chollo!, ¡que bien montado lo tenéis, dos ruedas de prensa y para casita!...
¡Cuantas tonterías se dicen sobre los periodistas! Mejor dicho, ¡que burros hemos sido! Ante ese tipo de comentarios hemos sonreído y callado demasiadas veces.
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Infografías: blog Comité La Voz de Galicia
Que nos registren...
La inmensa mayoría de periodistas ganan menos de 1.500 euros mensuales y en las emisoras de radio y en no pocas ediciones digitales, donde los salarios son más vergonzosos, el mileurismo es norma.
Conste que no hablo sólo del Grupo Voz. 
¿Y los horarios?
Usted, amable lector/a, querrá que le diga la verdad, ¿a qué sí?
Pues mire, en el caso de los y las periodistas que laboran en prensa y hacen calle, desde ruedas de prensa hasta desahucios, pasando por plenos consistoriales, manifestaciones, incendios, conciertos, agresiones y los insulsos entrenamientos de los millonarios del balón, los horarios no existen.
¿Y el resto, los llamados periodistas de mesa?
Sí, esos tienen horario... ¡prolongado! Un día por hache y otro por be, rara vez llegan a casa a la hora que debieran: Lo siento, cariño, pero...
Además, si es viernes o sábado, ¡o domingo!, y habían quedado para ir a cenar fuera (¡a un restaurante baratito!, naturalmente!) o a casa de la suegra [¡pobres suegras!, no nos las merecemos], siempre llegan tarde, ¡cuando llegan!...
Sin rodeos: Compartir la vida con un o una periodista, con un técnico de sonido de radio o un cámara de TV es una "aventura". Y no digamos ser hijo o hija de un/a periodista, es no saber cuando tienes padre o madre. Aunque le advierto, amable lector/a, que mis dos hijas (36 y 30 años) y mi hijo (15) deben ser muy mentirosos porque a veces reconocen que Félix es un padre que vale la pena haber "padecido" precisamente por ser periodista [además de un rojo de mierda, como decía cariñosamente Fraga] y haber rodado de aquí para allá casi sin control ni tiempo para sentar (estropear) la cabeza...
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¿Quién dijo que el mileurismo es historia?
Pues bien, ayer pude abrazar de una sola tacada a una veintena de ex compañeros. 
Me alegró que colocaran el escaparate en el centro de A Coruña para que los ciudadanos vayan apeándose de la burra y comprueben que los trabajadores de los medios no somos gabilondos, juliasoteros, pedrojotas, delosolmos, cebrianes ni letizias...
A ver si se enteran: ¡Somos currantes y casi todos malpagados! 
Para colmo, en muchas ocasiones y en ya demasiados medios, ni siquiera podemos informar ni opinar con independencia ni libertad suficientes, y conste que cuando nos dejan hacerlo lo sabemos hacer y, más importante, es precisamente entonces cuando los periódicos y las emisoras ganan credibilidad y ventas... ¡y cuando menos empleo pierden! 
Porque, seamos sinceros, los medios y la información empezaron a tropezar con excesiva frecuencia en la segunda mitad de los noventa, cuando los propietarios de los medios, sus administradores y algunas estrellas del periodismo se empeñaron en que es más importante la contabilidad que los lectores, radioyentes y televidentes [a las grandes empresas de TV, ya dedicadas al entretenimiento, no les ha ido mal del todo].
La prensa y la radio, resumiendo, incurrieron en el error de poner a los profesionales detrás de la barra del bar para sacar brillo a la vajilla, en lugar de atender a la clientela: lectores y radioyentes.

2 comentarios:

  1. O Colexio Profesional de Xornalistas de Galicia ven de editar o informe 'A Crise nos Medios en Galego', http://www.dpeon.com/galicia/91-a-crise-nos-medios-en-galego.html

    Un estudo dos factores empresariais que determinaron o peche de varios medios de comunicación en galego nos últimos anos. O estudo económico foi levado a cabo por Xabier Doporto e por min. É moi extenso, pero por se é de interese.

    Canto ao tema máis xeral que comentas da crise do xornalismo cada vez teño máis claro ue o autoemprego (entendido como proxectos empresariais montados polos propios xornalistas, tipo público e,en menor medida, eldiario.es e prazapublica) è o camiño.

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  2. Ya sabes lo que opino al respecto. Desgraciadamente no sóis el único sector mal pagado y con mala prensa.....¡Qué país! Si fuera más joven cogía la maleta.....Esto no tiene arreglo. Españolito que vienes al mundo......

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